A medida que el cambio climático ha generado un calentamiento global del planeta, los océanos han respondido de manera más lenta a todos estos afectos. Aun así, las investigaciones científicas han descubierto que los ecosistemas marinos pueden ser mucho más sensibles y notar incluso el más mínimo cambio de temperatura.

Durante el siglo XX , el calentamiento global provocado por las actividades humanas que emiten dióxido de carbono (un gas que atrapa el calor), han generado un incremento aproximado de 0,6ºC en la temperatura media del planeta. Pero en el caso de los océanos ha sido solo de 0,1ºC. Eso es porque el calentamiento se ha producido desde la superficie hasta a una profundidad de 700 metros, donde habita la mayoría de la flora y de la fauna marina.

Uno de los organismos más afectados de este cambio en la temperatura del mar ha sido el coral, que cada vez puede proliferar menos y coge más enfermedades, que pueden acabar provocando su total extinción.

Aumento del nivel del mar 

Cuando el agua se calienta, se dilata. Por esto, la consecuencia más inmediata del aumento de la temperatura del mar es un rápido incremento del nivel del mar. Este provoca desde inundaciones hasta erosiones del territorio. Sin dejar de lado el incremento de las tormentas que pueden destrozar zonas de poca altitud.

Tormentas más intensas

Hoy en día, ya podemos afirmar la evidencia de los efectos del incremento de la temperatura del mar en relación al aumento de la presencia de tormentas tropicales, huracanes y ciclones. Cuando la temperatura de la superficie del agua aumenta, el agua se evapora más fácilmente cosa que provoca que se conviertan en pequeñas tormentas que se forman en el océano y se convierten en sistemas de mayor intensidad e importancia.

Cuando estas tormentas llegan a la tierra pueden multiplicar sus afectos secundarios, causando grandes desperfectos a todas las estructuras humanas. También pueden afectar negativamente ecosistemas y bosques.

Otras consecuencias

El incremento de la temperatura del mar también está asociado con la proliferación de las especies invasoras y de múltiples enfermedades marinas. La evolución del hábitat marino estable depende de un gran número de factores, incluida la temperatura del agua. El incremento de la temperatura de un ecosistema puede favorecer la entrada de especies o bacterias que ya no tienen presencia dentro de él. Esto puede provocar la emigración o incluso la extinción de una o diversas especies.

Una de las consecuencias, ya mencionadas en otros artículos anteriores, el incremento del deshielo de los polos y glaciares, que provocará el aumento del nivel del mar, con todas las consecuencia que esto conlleva.

El Mar Mediterráneo

Un estudio de WWF afirma que el aumento de la temperatura del Mar Mediterráneo está siendo más rápido que en el resto de océanos y mares. Concretamente un 20% más rápido. Todo esto provoca que todas las consecuencias mencionadas hasta ahora, en el Mar Mediterráneo se vean aun más exageradas y aceleradas. Un claro ejemplo es el aumento de las especies invasoras, como las medusas, como consecuencia del aumento de la temperatura del mar, de la pérdida de depredadores de esta especie y de la contaminación del agua.

A largo plazo: ¿solución?

Por ahora, una posible solución sería reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan este calentamiento global del planeta y de los mares y océanos. Aunque sería necesario que todos los países y sectores económicos se pusieran de acuerdo de manera conjunta y abordasen el problema. Pero aun así, solo podríamos ralentizar estos afectos, no pararlos del todo. Otra posible medida sería crear más zonas marinas protegidas.